El mero mero secretario de prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, aborda en su artículo “Espejos de Trapaceros” en alusión a las historias de la realidad cuyos autores hacen creer que venden “grandes verdades”, pero que el contenido es altamente engañoso.
“En la vida salvadoreña,’Guazones’ ambiciosos, sin escrúpulos y expertos en crear caos, disfrazados de asesores u operadores políticos, se han enriquecido de la venta de sus espejos a personajes y poderosos que creyeron en sus adulaciones”, expuso el muchachón.
También se refirió “ejemplo de zombis crédulos víctimas dos sátrapas (malos gobiernos) debido a su incursión al mundo de los laberintos de espejos y que no fueron capaces de distinguir lo real de la imitación.
“En este corrido electoral (…) no tengo la menor duda de que los fabricantes de los cristales ya se instalaron en el área de los aspirantes políticos, creándoles la ficción y la necesidad de sus servicios”, subrayó el macizo.