Las inspecciones realizadas por los cipotes del Ministerio de Agricultura y Ganadería junto con los chamacos de la Defensoría del Consumidor han revelado que montón de productores no cumplen con los estándares internacionales para proteger la salud de quienes consumen lácteos.
«Nosotros estamos verificando la calidad de lo que ingresa al país. Tenemos producción local suficiente, pasamos de 356.9 millones de litros de leche (2019-2020) a 397.7 millones de litros (2020-2021)», aseguró el macizo del MAG, David Martínez.
A los productores mal intencionados los van a clavar con multas de hasta 500 salarios mínimos y también pagarán con cárcel, condenas de 2 a 4 años para quienes estén incrementado el precio de los lácteos y quesos por especulación. Han señalado las autoridades.
Por otra parte, Martínez reveló que desde 2021 hacen muestreos en el 100% de las importaciones en quesillo y del 80% en el queso morolique, con el fin de verificar que se cumplan los estándares de salubridad, para no fregar la salud de la majada.