Aproximadamente 50 puñaladas le clavaron dos cipotas a una de sus mejores amigas, disque para callarla definitivamente de un oscuro secreto. Estas monas terminaron todas bañadas en sangre y para esconder su crimen enterraron el cadáver en un bosque de Pensilvania.
Shelia Eddy y Rachel Shoaf, eran tremendas y solían escaparse a fumar hierba todas las noches y su amiga Skylar Annette Neese era una cipota más aplicada, con buenas notas y sus profes decían que tenía un futuro prometedor. La cosa es que la envidia comenzó y Shelia con Rachel empezaron a planear como borrar del mapa a Skylar.
Con una pala, cuerdas, productos de limpieza, papel higiénico y dos cuchillos se equiparon las bichas para cometer el terrible crimen que fue una autentica carnicería. Las criminales se abalanzaron sobre Skylar y empezaron a apuñalarla, mientras la víctima, sorprendida por el ataque, trató de defenderse y huir, pero la acuchillaron en la rodilla y la cipota ya no se pudo safar del ataque.
Según la investigación de la policía el asesinato fue planeado porque Skylar le sabía todas las aventuras sexuales a Shelia. Era como si viviera a través de ella. Skylar no necesitaba ser sexualmente activa, de hecho, ni novio tenía. Pero el miedo de las cipotas es que Skylar las había visto teniendo relaciones sexuales y de paso la víctima se fue a escribir en Twitter que le iba a contar a todo el colegio lo que había visto.
Cuando la policía interrogó a las asesinas, las bichas se mostraban tranquilas y repetían la misma historia de memoria. Pero fue hasta que las sometieron al detector de mentiras que Rachel no soportó y hasta fue a parar al psiquiátrico por una crisis de ansiedad por el colapso mental que le generó la culpa y confesó.
“Nosotros apuñalamos a Skylar. No fue un accidente. Fue un asesinato, porque no nos gustaba más y no queríamos seguir siendo amigas suyas (…) simplemente nos caía mal. No nos agradaba”, dijo la bicha.
Por matar a su “mejor amiga”, Rachel y Sheila fueron acusadas de asesinato, secuestro y conspiración y sentenciadas a cadena perpetua con la posibilidad de pedir la libertad condicional al cumplir 15 años de cárcel.