Los cuerpos sin vida de cinco miembros de una familia fueron encontrados en la finca Los Reyes en el cantón Los Arenales, en Nahuizalco, Sonsonate. Los cadáveres pertenecían a los miembros de la familia del preparador físico del Sonsonate FC, Omar Pimentel.
El hallazgo de estos cuerpos se debió a que un marero soltó la lengua para tener beneficios legales y contó detalles sobre el atroz crimen, como mataron y desaparecieron a la familia. El hecho de sangre ocurrió el 16 de enero de 2019 y los cadáveres fueron encontrados 22 días después.
El relato del terrorista va así: Según “Mandrake”, escuchó que el “Chufle” le dijo al “Decente” que solo les robarían los teléfonos, el dinero y otras cosas de valor. “Mandrake” se le acercó al “Decente” para preguntarle qué iban a hacer. El pandillero le respondió que iban a robarles el carro. El “Mandrake” le dijo que si hacían eso las cosas se iban a complicar.
De acuerdo con Omar Pimentel, un familiar le llamó por teléfono para comentarle que habían tenido problemas con una llanta del carro, y luego no volvió a saber nada de sus familiares. Desde entonces estuvieron desaparecidos Rosa Ivette Colindres de Pimentel, su hijo Marcos Antonio, Silvia Jaco de Colindres, suegra, además de Carlos Jaco y Tania Monterrosa.
Los pandilleros amarraron a las víctimas con cintas de zapatos y a la criaturita lo ataron con la cuerda de una cartera de las mujeres. La madre del niño suplicaba que los soltaran y en lugar de eso estos terroristas las violaron. Luego los sentaron juntos y les dispararon para luego descuartizarlos.
Los terroristas no tuvieron piedad ni clemencia contra está familia, destruyeron un hogar y las instituciones internacionales de derechos humanos no dijeron nada ante esta tragedia.