Una cipotona mexicana ha creado dispositivo para detectar cuando algún zángano le pone sedantes a las bebidas, el proyecto se desarrolló con el fin de evitar que los malacates se aprovechen o que más mujeres sean violadas.
De acuerdo con la muchachona, Arely Salcedo, una estudiante mexicana del noveno semestre de ingeniería biomédica en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), el invento se le ocurrió después de que una amiga suya fuera víctima de una «droga de violación» que le pusieron en el trago de un evento social.
El aparato detecta en las cervecitas y otras bebidas alcohólicas, la xilacina, una de las drogas más usadas por los violadores para sedar a sus víctimas.