Los tipazos de Bienestar Animal se siguen fajando para que se respete la integridad de los amigos peluditos. Ahora dieron seguimiento a una denuncia de una persona que estaba ahorcando a un perrito; y que lamentablemente murió, en el Pedregal, La Paz.
El salvaje propietario del chuchito admitió haberlo ahorcado y se justificó diciendo que se encontraba enfermo de sarna y con las orejas podridas. Sin embargo, al inspeccionar el cadáver, no se encontró signos de enfermedades de la piel.
Por ese hecho se capturó al desalmado dueño, quien responde al nombre de Manuel Grimaldi, por la infracción al artículo 261-A del Código Penal. «¡No toleraremos más maltrato animal!», sentenciaron los chamacos del Instituto de Bienestar Animal.