El expresidente ecuatoriano Rafael Correa quiso sacar raja mediática al intentar atacar al presidente con mayor aceptación en Latinoamérica, Nayib Bukele. Parafraseando los ataques, dio a entender que “gusta” de Bukele, pero no le agrada el estilo del mandatario.
Ante esto, los internautas le recordaron a Correa su historial de corrupción cuando estuvo al mando del Ecuador.
Más allá del Ecuador, Rafael Correa estrechó relaciones con el Fmln, partido de El Salvador que gobernó por 10 años y que aupó los discursos chavistas, relaciones que fenecieron junto al mandato del ecuatoriano y la muerte de Hugo Chávez. El Fmln dejó un legado de pobreza y violencia que incrementó en sus mandatos.
En su país, Correa fue condenado a ocho años de prisión por corrupción entre 2012 y 2016. El “caso sobornos 2012-2016” involucró a este expresidente con empresas que se prestaron al negocio sucio para financiar su movimiento político, Alianza País. Odebrecht, fue una de las que recibió contratos millonarios por parte del gobierno ecuatoriano a cambio de entregar una tajada a manos de Rafael Correa para fines particulares.
Una vez más queda demostrado que la autodenominada “izquierda” latinoamericana no ha sido más que un nicho de corrupción en los países que han gobernado. Correa, vinculado con Salvador Sánchez Cerén y el Fmln, solo demuestra su parcialidad a la hora de emitir opinión, sin embargo, la historia no se puede borrar, y su legado de corrupción es su mayor obstáculo para emitir opinión sobre un país que hoy tiene libertad y está ganando una guerra frontal contra los delincuentes de todo tipo.