Nohemy Mejía, “Robotina” se siente en su salsa cuando va al Parque Libertad por su arte de mover el cuerpo.
Baila bien erguida, y de repente empieza a moverse de atrás hacia adelante y viceversa con una cara de seria en medio de una sonrisa picarona.
Al principio el gentío que llegaba al parque la miraba con reojo y con cierta malicia, pero poco a poco fue ganándose la simpatía de la majada.
Muchos la consideran un robot bailando en versión femenina y por eso la bautizaron como “Robotina”, apodo que a ella no le causa indiferencia.
Con el tiempo, ya muchos la sacan a bailar y ella ni lerda ni perezosa atiende el pedido y empieza a relucir sus exóticos movimientos a diestra y siniestra.