El ministro croata de Exteriores, Gordan Grlic Radman, está que se lo lleva la región de Judas por intentar plantarle un beso a la chelona alemana Annalena Baerbock cuando posaban para las cámaras en una foto grupal.
El maistrito primero le da la mano y luego le busca la mejilla para cumplir su deseo, pero la cipotona se hace la de los panes.
La escena ocurrió en una sesión de fotos durante una cumbre ministerial de la UE celebrada en Berlín.
“Está claro que una relación así no existe aquí y que la ministra se quedó sorprendida con tanta cercanía», dijo Rada Boric, activista croata por los derechos de la mujer.
El ministro reaccionó luego y dijo que su costumbre es saludar de esa forma y si “esto molestó a alguien, le pido disculpas».