El presidente Nayib Bukele compartió un video en el que una señito contó la conflictiva realidad que le tocó vivir intimidada por los mareros.
“Si uno medio salía con con negocito ya venía la renta (…) mi hijo salía a trabajar y tenía 22 años y me vinieron a avisar que estaba muerto. Pero gracias a Dios ahí vamos y esperamos que no se repita porque es duro”, expresó la señito con lágrimas en los ojos.
Las pandillas en los tiempos del Arena y Fmln se hicieron los fuertes y causaron mucho daño a la población.
“Empezando a construir sobre las cenizas del pasado”, expresó el jefazo Nayib.
Gracias a la estrategia del gobierno de tener a los mareros en el bote, diferentes proyectos están llegando a la majada salvadoreña como jornadas de salud, los cipotes andan con sus tabletas y laptops; se la pasan jugando las tardes en el parque y en las noches se van a chotiar.