Un 17 marzo de 2020, el Presidente Nayib Bukele tomó la decisión de cerrar el Aeropuerto Internacional «Óscar Arnulfo Romero», para los vuelos de pasajeros tanto de ida como de vuelta, debido a los casos de coronavirus que se estaban presentando en todo el planeta.
Esta disposición no aplicó para los vuelos de carga y misiones humanitarias ya que fueron considerados trascendentales en el flujo de ayuda y suministros de alimentos.
Para entonces, El Salvador era uno de los países que todavía no presentaba casos positivos de la enfermedad, mientras otros pasaban momentos de apremio por las mismas circunstancias.
“El Aeropuerto Internacional de El Salvador cerrará operaciones este día a la medianoche. Únicamente continuará en funciones para recibir transporte aéreo de carga y misiones humanitarias”, puntualizó el mandatario Nayib Bukele en sus redes sociales.
La medida fue implementada inicialmente para 15 días, pero luego del comportamiento de la enfermedad, se extendió por un plazo de seis meses.
Para entonces el país, en opinión del mandatario, se encontraban bajo vigilancia cuatro casos sospechosos de coronavirus, además de otros 23 que pudieron estar en riesgo de ser contagiados.
“En este momento estamos realizando pruebas a 4 pacientes con sospecha de coronavirus y otros 23, los cuales no califican como sospechosos, pero han estado en riesgo de contagio”, puntualizó.
La medida fue impulsada y fue un preámbulo al cierre de restaurantes y bares, que luego empezaron a funcionar como servicios a domicilio.
Redoblar las medias implicó proteger la vida de millares de salvadoreños y prevenir contagios masivos como estaba ocurriendo en la mayoría de los países, incluso los de Centroamérica.