Hoy se cumplen 18 años de la trágica muerte de dos policías frente a la Universidad de El Salvador, a manos de Mario Belloso, miembro de la Brigada El Limón del Partido Comunista del FMLN. Belloso, armado con un rifle de asalto, abrió fuego contra los agentes de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) y luego se refugió en el campus universitario, causando consternación y miedo entre la población. Tras su captura, fue enviado al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, conocido como Zacatras.
Dentro de Zacatras, Belloso continuó su actividad delictiva al promover una tregua entre las pandillas recluidas en el penal y el gobierno. Esta tregua, que surgió durante la gestión del expresidente Mauricio Funes, permitió a los pandilleros obtener beneficios significativos, incluyendo el ingreso de ilícitos a las cárceles. Aunque se presentó como un esfuerzo para reducir la violencia, la tregua solo trajo más problemas y corrupción.
La tregua fue apoyada por figuras como el excomandante guerrillero Raúl Mijango, quienes defendieron la negociación con los pandilleros a pesar del historial de terror y sufrimiento que estos grupos habían causado a las familias salvadoreñas. Este periodo oscuro de la historia reciente de El Salvador dejó un legado de desconfianza y críticas hacia los que facilitaron la tregua.
El dolor y el sufrimiento causados por las pandillas se mantuvieron hasta la llegada del gobierno del presidente Nayib Bukele, quien implementó medidas severas para encarcelar a los criminales y devolver la paz a las calles del país. A través de acciones firmes, el actual gobierno ha trabajado para asegurar que El Salvador viva en una nueva era de tranquilidad y seguridad, rompiendo con el pasado marcado por acuerdos fallidos y violencia desenfrenada.