El recién presentado Censo Nacional de Población y Vivienda 2024 de El Salvador ha arrojado datos reveladores sobre la estructura demográfica del país, destacando tanto la existencia de un bono demográfico como una marcada disparidad de género a lo largo de las etapas de vida de la población salvadoreña.
De acuerdo con Douglas Rodríguez, presidente del Banco Central de Reserva (BCR), el país cuenta con una mayor proporción de población en edad productiva, lo que representa una «gran oportunidad (…) de dinamizar mucho más la economía», ya que un número elevado de personas en edad de trabajar puede fomentar un crecimiento económico sostenido. Este bono demográfico podría convertirse en una ventaja significativa para el país si se logra una adecuada planificación en políticas de empleo, salud y educación, que permitan aprovechar al máximo el potencial de esta generación.
Sin embargo, el censo también destacó una notable diferencia en la proporción de género a lo largo de la vida. “Nacen 104 niños por cada 100 niñas, pero cuando esa generación llega a los 15 años, la relación cambia, y al final de sus vidas quedan cerca de 80 hombres por cada 100 mujeres”, explicó Rodríguez. Este fenómeno sugiere la necesidad de evaluar las condiciones de salud, seguridad y factores socioeconómicos que influyen en esta diferencia a medida que la población envejece.
Los próximos informes del censo, que serán divulgados en 2025, ofrecerán una visión más detallada sobre cómo estos factores demográficos podrían afectar el desarrollo social y económico del país en el futuro, permitiendo a los encargados de la política pública tomar decisiones más informadas en función de estas realidades.