Un caballo se salió de su hábitat y se fue con todo a San Sívar llamando la atención de la majada que se topó con él.
Se le vio sobre la 73 avenida norte y hasta se dio el lujo de pasar cuando estaba el semáforo en verde, más respetuoso que muchos automovilistas.
Y no se trataba del caballo de la sabana, que rebasa la edad, sino de un joven animal herbíboro, tilinte y a todo dar.
Fue localizado sin dueño y como que ya conociese el territorio urbano, algo extraño para los que viven en la urbe capitalina acostumbrados a ver las grandes trabazones en lugar de un animal en pleno ajetreo.