El Gobernador del Estado de la Costa Oeste de Estados Unidos, Gavin Newsom, firmó este jueves un proyecto de ley que clasifica esto como una «agresión sexual».
Cristina García, miembro de la asamblea de California que presentó el proyecto de ley, aseguró que quitarse el preservativo sin consentimiento «no sólo es inmoral, sino ilegal».
California se convierte así en el primer estado que prohíbe específicamente esta práctica, ya que puede exponer a la víctimas a un embarazo no deseado o a enfermedades de transmisión sexual.
La nueva medida enmienda el código civil del estado y se agrega a la definición de agresión sexual, por lo que ofrece a las víctimas tanto el reconocimiento del hecho como la posibilidad de llevar ante los tribunales a sus agresores y recibir una compensación económica.
Según el proyecto de ley, comete agresión sexual quien «provoca el contacto entre un órgano sexual, del que se ha retirado un preservativo, y la parte íntima de otra persona que no ha dado su consentimiento verbal para que se retire el preservativo».