Los cipotes del Viceministerio de Transporte, junto a los cracks de la Policía de Tránsito, realizaron operativos antidoping en diferentes puntos estratégicos del terruño para sacar de circulación a los motoristas irresponsables.
En uno de los controles ubicaron a un motociclista que andaba bien a pichinga, quien, al hacerle la prueba, resultó con 105 grados de alcohol.
El cipote bolo fue enchuchado debido a que manejar bajo los efectos del alcohol, es un delito grave y penado judicialmente.
Estos procedimientos forman parte del Plan Fin de Año que busca reducir los accidentes viales provocados por el irrespeto a la normativa de tránsito.