«El Peche, ahí viene el Peche…el pobre Peche». Así le cantaron los cracks de la Policía Nacional Civil al malacate pandillero César Francisco González Amaya, alias el Peche.
Este criminal, a parte de estar bien seco, tenía la función de extorsionista, adentro de la pandilla; y si la majada honrada no le entregaba el dinero de la extorsión, los amenazaba con atentar contra sus vidas.
Los brothers de la PNC informaron que la Unidad Especial Aeroportuaria lo detuvo cuando ingresó al país, en un vuelo federal, desde los Estados Unidos, desde donde fue deportado, no por buena pieza. Hoy le toca pagar sus crímenes ante la justicia «al pobre peeeeche».