Expertos en la materia aseguraron que bañarse bien seguido puede dañar la miel y hasta darle comezón y descamación.
Joyce Park, dermatóloga de Seattle, Estados Unidos, señaló que “ducharse con demasiada frecuencia puede resecar definitivamente la piel, lo que empeora el enrojecimiento, la comezón y la descamación, y desencadena brotes de eccema”.
La reacción de los especialistas surgió luego de una encuesta lanzada en Estados Unidos, cuyos resultados revelaron que más del 60 % de los adultos afirmaron que se duchaban al menos una vez al día.
Los expertos recomiendan la ducha en lugar del baño porque exponer la piel al agua caliente, sucia o jabonosa durante largos períodos puede resultar irritante.
No obstante, aclaran que ciertos tipos de baños podrían ser útiles para tratar algunas afecciones como los baños de asiento para las hemorroides, los baños de avena para el eccema o los baños de la lejía diluida para el eccema a las afecciones cutáneas.