Este fin de semana, las calles de Tonacatepeque cobrarán vida con la magia y el misterio de las legendarias figuras del folclore salvadoreño en el Festival de la Calabiuza.
Este evento anual, que ha ganado fama por su espectacularidad, prometió una edición cargada de energía y emociones, con la participación destacada de las famosas «Carretas Chillonas.»
El Festival de la Calabiuza se ha convertido en un escaparate para las leyendas más queridas y temidas de El Salvador.
En esta ocasión, La Siguanaba, El Cipitío, el Padre Sin Cabeza, los Cadejos blancos y negros, El Muerto, El Diablo, La Llorona, así como docenas de calaveras y ángeles, desfilaron por varias cuadras, haciendo travesuras y emocionando a los asistentes de todas las edades.
Las coloridas y elaboradas vestimentas de los participantes, junto con las antorchas y los gritos en medio de la oscuridad, crearon un ambiente de auténtico misterio y asombro.
La comunidad de Tonacatepeque entrega el tradicional ayote en miel para dar vida a este peculiar festival que es transmitido de generación en generación.
El Festival de la Calabiuza no solo celebra las raíces culturales de El Salvador, sino que también fomenta el turismo local y nacional, atrayendo a visitantes de todo el país.