Los dos cadáveres modificados expuestos al Congreso de México mantiene el debate si en realidad son de alienígenas.
Tras la exposición por parte del periodista Jaime Maussan aún no hay una conclusión de la hipótesis que plantea respecto a que eran de seres no necesariamente humanos.
Sin embargo, la Fiscalía peruana, junto con el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, había iniciado una investigación años antes, cuando fueron localizados los cuerpos.
La investigación determinó que las figuras eran de «reciente fabricación».
«Creaciones hechas con huesos de animales y humanos unidos con pegamento sintético. Éstos, a su vez, estaban recubiertos de una mezcla de fibras vegetales y pegamento sintético para simular un tipo de piel», añadía el informe.
Por su parte, José Zalce Benítez, director del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud, de México, expresó que los estudios concluyeron que los supuestos alienígenas pertenecían a un único esqueleto y no estaban ensamblados con objetos humanos.
Dijo que su equipo encontró que uno “estaba vivo, estaba intacto, era biológico y estaba en gestación”, en alusión a los supuestos bultos encontrados dentro del abdomen de uno de los cadáveres, que podrían ser huevos, informó New York Post.
El director había afirmado anteriormente que “estos cuerpos no tienen ninguna relación con seres humanos”.
Los supuestos cadáveres tienen forma humanoide, con cuerpo pequeño, cabeza alargada y tres dedos en cada mano.
Maussan afirmó que los cuerpos, con dos brazos y dos piernas, tenían huesos fuertes y ligeros y carecían de dientes, y además poseían implantes de cadmio y osmio.