Las recientes declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, acerca de la figura de Jesucristo han desatado una controversia tanto a nivel nacional como internacional. Maduro afirmó que Jesucristo fue palestino y antiimperialista, y que fue crucificado por el Imperio Español y las oligarquías, contradiciendo las creencias históricas y religiosas ampliamente aceptadas.
Las afirmaciones de Maduro han generado una serie de opiniones encontradas. Mientras algunos seguidores políticos las respaldan como una expresión de su perspectiva ideológica, muchos expertos en historia y religión han señalado que no concuerdan con la narrativa histórica aceptada.
Según la versión histórica ampliamente aceptada, Jesucristo fue una figura religiosa que vivió en la región de Palestina y fue crucificado por el Imperio Romano, no el español.