El cipotón del Tribunal Supremo Electoral, Noel Orellana, dijo que como ente colegiado tienen claro y han expresado que están obligados a cumplir con toda resolución emanada de un tribunal.
El magistrado se refirió al artículo 322, donde se establece que, si un funcionario desobedece o se niega a cumplir una sentencia de un tribunal superior, será sancionado.
Por otra parte, negó que reciba presiones desde el gobierno u otras instancia, como afirma el magistrado del FMLN, Julio Olivo.
«En lo personal no he sido sujeto de ninguna coacción, no he sido amenazado, me siento que estoy trabajando con toda la tranquilidad», dijo.
Orellana dejó en firme que el TSE nunca ha dejado de cumplir sentencias de la Sala, inclusive cuando han influido en los procesos electorales, como cuando han cambiado las reglas del juego a última hora.