En Tennessee, Estados Unidos, un oso negro murió por el intenso calor, tras quedar atrapado en un carrito. El animal salvaje entró al vehículo en busca de comida.
Las autoridades dicen que el osito como es bien vivo, fue capaz de abrir el carro, que estaba sin seguro y quedó atrapado después de que se cerró la puerta. El oso parecía estar alcanzando una lata de refresco vacía y un envoltorio de comida en el suelo.
“Creemos que el calor probablemente mató al oso ya que ayer las temperaturas exteriores excedieron los 35 grados centígrados, lo que significa que el interior del vehículo posiblemente superó los 60 grados centígrados”, escribieron en un comunicado.
Los macizos de Seguridad le pidieron a la people cerrar con llave sus puertas, subir las ventanas y nunca dejar comida ni nada que huela a comida adentro, porque pone en riesgo a estos animalitos.