Todos los vicentinos tienen su propia historia sobre el río Acahuapa, aunque a la mayoría no le cae en gracia, especialmente a los hombres de este pedacito de tierra. Y claro, la leyenda que ronda este río es tan famosa como un pupusa caliente en la esquina.
Según la macizada de San Vicente, el Acahuapa ha sido siempre un lugar «chévere» para echarse un chapuzón, pasar buenos ratos en familia, pescar, y hacer lo que sea en el agua
«El río ha sido el spot de toque para los vicentinos y hasta para la gente que viene de afuera», dijo el parroquiano.
Pero claro, la historia mágica que rodea al río es lo que la hace más jugosa. Según la mapachada, este río, que está justo a la entrada de la ciudad, tiene el poder de cambiar a los hombres.
La leyenda dice que si un compa se tira un clavado en el Acahuapa, especialmente en la poza de la Reforma o la poza “Azul”, puede salir de ahí en un hombre muy diferente.
También cuentan que en tiempos de la conquista, cuando el indio Aquino venía a dar tamalear a la ciudad, los cuates de aquí se vestían de la «mujeres» para esquivarlo, y para despistarlo, se metían al río Acahuapa.
Hasta el momento no hay un dato científico que respalda las creencias de la macizada, lo cierto que este cuento, hace que muchos se acerquen a este río para conocer si el mito es cierto o falso.