Se juraron amor eterno y ni la muerte los pudo separar

by Juan Lopez
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Unos tatitas se amaban tanto que ni la muerte los pudo separar. Los esposos tenían 50 años de casados y murieron con menos de una hora de diferencia.

Las cabecitas de algodón eran de #Austria y se casaron en 1970, nunca tuvieron crías. La abuelita Cándida falleció primero a sus 89 años de edad a las 1:30 de la tarde y su esposo don Pepe, de 86 años, murió 45 minutos después.

Los abuelitos vivían en una residencia especial para tatitas, y tantos sus amigos como los enfermeros se despidieron de la pareja señalando el tremendo amor que se tenían.

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