Unos tatitas se amaban tanto que ni la muerte los pudo separar. Los esposos tenían 50 años de casados y murieron con menos de una hora de diferencia.
Las cabecitas de algodón eran de #Austria y se casaron en 1970, nunca tuvieron crías. La abuelita Cándida falleció primero a sus 89 años de edad a las 1:30 de la tarde y su esposo don Pepe, de 86 años, murió 45 minutos después.
Los abuelitos vivían en una residencia especial para tatitas, y tantos sus amigos como los enfermeros se despidieron de la pareja señalando el tremendo amor que se tenían.