En el pintoresco departamento de Ahuachapán, ubicado en el occidente de El Salvador, los residentes de la Colonia Magaña han emprendido una noble misión, preservar las costumbres y juegos de antaño que han sido parte fundamental de la identidad salvadoreña.
En el corazón de esta comunidad, don Víctor Manuel Hernández y un grupo de entrañables abuelitos han decidido llevar esta iniciativa por cuenta propia, organizando apasionantes torneos de capirucho. Con el espíritu de compartir la alegría y la tradición, estos abuelitos han invertido de su propio bolsillo para hacer posible esta experiencia única.
Los torneos de capirucho no solo ofrecen premios en efectivo que oscilan entre $1 y $5, sino que también regalan un pequeño refrigerio a los grupos de niños que se reúnen cada viernes para aprender y disfrutar de este juego tradicional.
Los abuelitos, con una sonrisa en el rostro, muestran a los jóvenes como crear y jugar al capirucho, transmitiendo así su amor por la cultura y las tradiciones de El Salvador.
Los vecinos de la Colonia Magaña se sienten profundamente agradecidos por las acciones desinteresadas de este grupo de ancianos, cuyo único objetivo es mantener vivos los juegos y las costumbres que han enriquecido la herencia cultural de El Salvador.