El cipotón Marcelo Arévalo se convirtió este sábado en el primer tenista salvadoreño y centroamericano en ganar una final de Grand Slam, al ganar el Roland Garros en la modalidad de doble masculino.
El chamacón de Arévalo y su compañero, el neerlandés Jean-Julien Rojer, le ganaron la final al croata Ivan Dodig y el estadounidense Austin Krajicek por 6-7(4), 7-6(5) y 6-3 luego de echarse el arte durante tres horas y un minuto.
El bicho no podía creer su triunfo, pero cuando le cayó el 20 se fue corriendo y se saltó las graderías para celebrar efusivamente el gane abrazando a su esposa, hijo y otros familiares, así como a la majada salvadoreña que le apoyo en este duro camino.
Después del sacrificio y el gran espectáculo que el chamacón le regalo a toda la people salvadoreña que estuvo pendiente de su participación, el tenista levantó junto a su compañero la orejona. ¡Hoy se convierte en un día histórico para el cipote y para todo el terruño!