Los cubanos quedan restringidos a portar en sus bolsillos solamente $208, según la decisión del Banco Central de la isla.
Como resultado de esta resolución ya hay incertidumbre en el sector privado y las empresas locales que ven un problema para desarrollarse.
Los del Banco se defendieron a capa y espada en los canales de televisión argumentando que se trata de un proceso gradual de bancarización de la economía para mejorar el control del flujo monetario.
Pero inmediatamente se vino una retahila de reacciones como «¿En qué nos beneficia esta resolución?, absolutamente en nada». Esta expresión provino de la socio de una pequeña y mediana empresa (pyme), Camilo Condis. «Bancarizar al país no es una medida descabellada o absurda, sino cómo se implementaría», remarcó.