Desde el pasado y hasta en tiempos actuales, algunos cipotes le dicen a otros: ¡hey vamos a masconear¡, y se iban directo a la cancha para echarse un partido de fútbol.
Otros también le llaman ‘charamusca’, nada comparable con el significado real que es el de un refresco envuelto en una pequeña bolsa.
En otros terruños a lo mejor tendrá otro significado, pero la pípol ha sido creativa en introducir conceptos diferentes a las diferentes cosas.
Tal vez es demasiado corto con definir estos partidos de fútbol que no requería la presencia de un réferi más que de los mismos cipotes que se iban a la cancha para disfrutar del manejo de la pelota. ¿Tú como le llamarías?