El aliancita quería quitarle los colmillos al tigre, pero no pudo. Tampoco el facito fue capaz de matar al elefante.
Fue un arranque trepidante eso sí, donde ambas escuadras querían el gol, y lo buscaron con insistencia.
No fue un encuentro malo para el ojo humano. Por contra, hubo destellos de buen fútbol, de lucha, de mucha intensidad, aunque todo parecía detenerse a la llegada del marco rival.
Si en el primer tiempo los albos salieron más decididos, en el segundo hubo una leve inclinación del manejo del bajón a favor del equipo local.
Gritaba la turba roja más en el segundo tiempo cuando los tigrillos se pusieron la camiseta de los colores tradicionales, pero tampoco la afición blanca se quedó atrás. Con el empate 0-0 , ambas escuadras conservan las mismas posiciones en la tabla general.