La llegada del crack del fútbol Lionel Messi al Inter Miami ha sido una revolución para el fútbol y los fanáticos del equipo. Todos estaban ansiosos por presenciar el debut del genio argentino con su nueva camiseta, y el día finalmente llegó.
El estadio estaba lleno hasta la bandera, la emoción se palpaba en el aire.
Los aficionados coreaban el nombre de Messi, esperando que su magia se desplegara sobre el campo de juego.
Desde el pitido inicial, Lionel demostró su calidad y visión excepcional del juego, conectando pases precisos y creando oportunidades de gol para sus compañeros.
El partido estaba muy parejo, con ambos equipos buscando la victoria hasta el último segundo.
El reloj avanzaba implacable y parecía que el marcador terminaría en empate. Pero, justo cuando todos creían que ya no había tiempo, sucedió lo impensado. En el minuto 94, con el tiempo prácticamente cumplido, Messi recibió un pase perfecto en el borde del área rival.
Con su característica elegancia, el astro argentino se deshizo de dos defensores con un par de regates y, ante la mirada expectante de los aficionados, remató con precisión al ángulo superior izquierdo.