La justicia de Irán no anda con cuentos con la majada local y extranjera y esta vez le tocará al portugués Cristiano Ronaldo sentir los embates del peso de la ley.
El crack del Nassr viajó a ese país en septiembre para disputar un encuentro de su equipo ante el Persépolis en la Liga de Campeones asiática.
Pero antes de ese masconazo se reunió con la pintora Iraní Fátima Hamani, gran fan suya, que le regaló cuadros con imágenes del luso celebrando un gol.
Y para ser cortés con la chica, Ronaldo la abrazó y le dio un beso en la mejilla. La artista tiene un 85 % de parálisis.
Lo que no sabía el chamaco es que ese comportamiento es considerado un adulterio en ese país, un delito que conlleva a 99 latigazos como castigo. El jugador deberá someterse a esta pena la próxima vez que llegue a tierras iraníes.