A una pena de cuatro años y seis meses fue sentenciado el brasileño Dani Alves por el delito de agresión sexual en una cipota de 23 años.
El tribunal ha comunicado el veredicto a todas las partes de la causa y al propio jugador, que fue trasladado a la prisión de Brians para recibir la sentencia.
Con esta pena de 4 años y medio de cárcel, la Audiencia de Barcelona considera al exfutbolista culpable de violación, pero le aplica un atenuante por reparación del daño.
La instancia que dirimió el caso consideró que el «acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse la penetró vaginalmente pese a que la denunciante decía que no».
Con ello entendió que se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia y, con acceso carnal.